Alcohol, consumo problemático

Alcohol – consumo responsable

 

La promoción de hábitos de vida saludables supone, entre otras cosas, un consumo responsable de alcohol, a partir de los 18 años, que implica reforzar el compromiso que debe tener tanto la persona que toma como la que lo acompaña, impulsando una creciente concientización de los riesgos del consumo de bebidas alcohólicas.

A lo largo de la historia, las bebidas alcohólicas fueron consumidas en muchas sociedades con diferentes propósitos y dependiendo de cada cultura. En la actualidad, el consumo de alcohol se convirtió en un importante problema de salud pública a nivel nacional e internacional.

Hoy se presentan importantes cambios en la modalidad y patrón de consumo, que se manifiestan en una edad de inicio cada vez más temprana, un aumento paulatino en la ingesta de las mujeres y, registrándose en ambos sexos un mayor consumo los fines de semana en un período corto de tiempo, lo cual produce efectos diferentes al tradicional perfil, asociado al beber en el momento de la comida.

Desarmando prejuicios

  • Las bebidas como el vino y la cerveza no emborrachan menos. Los efectos del alcohol son los mismos con todas las bebidas. El impacto en el cuerpo del individuo depende siempre de la graduación alcohólica, de la cantidad que se ingiera y de la velocidad en la ingesta. También dependen del sexo (mujer u hombre), del contexto donde se consume, de las expectativas, del estado de ánimo y de las características psicológicas y corporales de quien lo hace.
  • Es falso que algunas personas saben beber y no se emborrachan, aún después de varias copas. De ser así, significa que se ha desarrollado lo que se conoce como tolerancia, lo cual es más grave ya que el cuerpo deja de dar avisos sobre los efectos perjudiciales de la ingesta de alcohol en la salud integral de la persona. Sin embargo, estos efectos se siguen produciendo.
  • El daño que provoca el alcohol no depende del día en el que se ingiere, sino principalmente del vínculo que se establece con la sustancia, es decir, la manera en la que cada uno incluye al alcohol en sus actividades, por ejemplo, las que realiza los fines de semana. Asimismo, influyen la cantidad que se ingiere, la frecuencia y el ritmo de la ingesta (consumir una misma bebida en lapsos de tiempo más breves o más extensos).
  • Aún en pequeñas cantidades el consumo de alcohol puede producir alteraciones que afectan la capacidad de respuesta de los reflejos y la percepción del tiempo-espacio, lo cual aumenta la posibilidad de lesiones y accidentes.
  • Sólo un porcentaje muy pequeño (10%) se elimina a través de la orina y el sudor. El resto se metaboliza por el hígado y se convierte en azúcar.
  • Ni el café ni un baño aceleran el proceso de eliminación del alcohol consumido. Este se elimina de la sangre a razón de un (1) vaso de vino por hora, teniendo como referencia el organismo de un hombre de aproximadamente 80 kilos. Recordemos que las mujeres al tener menor contextura física, agua y grasa corporal, tardan más para procesar cada trago o vaso de alcohol.
  • Las personas pueden sentirse relajadas con algo de alcohol. Sin embargo, en la medida que aumenta la cantidad de alcohol ingerido, disminuyen las posibilidades de comunicación y de vinculación.
  • Es posible que la persona se desinhiba, pero el alcohol NO es un estimulante. Esta idea se basa en la creencia errónea de la relación entre beber alcohol y diversión, culturalmente arraigada.
  • El alcohol no facilita las relaciones sexuales. Las personas pueden sentirse desinhibidas con algo de alcohol, pero por ser un depresor del sistema nervioso central, su consumo puede inhibir la respuesta sexual. Además, favorece prácticas sexuales de riesgo, embarazos no planificados, enfermedades de transmisión sexual y violencia.

Lo que tenés que saber

Las bebidas alcohólicas tienen la particularidad de generar cambios en el organismo, como así también en el comportamiento de cada persona.

  • Si decidiste tomar, comé algo antes y durante. No lo hagas con el estómago vacío
  • Buscá y reconocé previamente, frente a cada ocasión, tu límite de consumo responsable de alcohol
  • El alcohol te deshidrata, por eso es importante tomar agua al mismo tiempo. Es menos nocivo si la última copa es de agua o jugo
  • Si estás embarazada, en período de lactancia o buscando un embarazo, evita el consumo de alcohol
  • No mezcles alcohol con viagra, puede causarte pérdida de conocimiento
  • Si tenés problemas de salud (diabetes, hepatitis, asma, estás medicado o sufrís del corazón) no tomes alcohol
  • No mezcles diferentes bebidas alcohólicas entre sí, ni alcohol con otras drogas
  • Si trabajás con máquinas, herramientas o en situaciones de riesgo de caídas, no tomes alcohol
  • No dejes que niños, niñas y adolescentes consuman alcohol. Tampoco aquellos que los cuidan
  • Tomar alcohol en ámbitos laborales o de estudio, puede perjudicar tu concentración

Mujeres embarazadas, niñas, niños y adolescentes no deben consumir alcohol

 

Todos respondemos de distintas maneras ante la misma bebida. Los efectos dependen de:

  • El grado de alcohol puro que posea la bebida
  • Si la persona ingirió alimento o no
  • El estado de ánimo
  • La cantidad, frecuencia y velocidad de la ingesta
  • Enfermedades pre-existentes

Como se manifiesta al conducir un vehículo

  • Sin haber tomado alcohol, una persona demora 4 segundos en frenar
  • Con más de 0,5 gramos de alcohol en sangre el tiempo de frenado pasa a ser de 8 segundos o más

Si un amigo tomó de más…

  • No le permitas manejar
  • Llevalo a un lugar tranquilo y ventilado
  • Si se descompuso o se desmayó, ponelo de costado para que no se ahogue si vomita
  • Aflojale la ropa, abrigalo
  • No lo dejes solo
  • Dale mucha agua
  • Si está muy mal, llamá a emergencias

Tenés derecho a…

  • Recibir atención en:
    • Centros de Salud de la comunidad
    • Centro de Atención Primaria de la Salud (CAPS)
    • Centros Integradores Comunitarios (CIC)
    • Hospitales generales y otros dispositivos sanitarios
  • Ser atendido sin discriminación y con el máximo respeto
  • Que se mantenga la confidencialidad de toda información relacionada con la consulta y estar de acuerdo con el tratamiento (Consentimiento Informado)
  • Recibir información veraz y comprensible sobre la consulta y las alternativas terapéuticas

Para proteger tu salud, existe una red de servicios en salud mental

  • Hospitales generales
  • Centros de atención primaria de la salud (CAPS)
  • Centros integradores comunitarios (CIC)

Tené en cuenta también que existen otros lugares y espacios con personas que pueden escucharte, acompañarte y ayudarte, a vos, a un familiar, un amigo o a una persona a la que ves necesitada:

  • Emprendimientos laborales productivos
  • Escuelas
  • Clubes barriales
  • Iglesias