Para reducir el estrés y la ansiedad, los niños en el Hospital de la Madre y el Niño, ingresan en autos eléctricos de juguetes.
Los “autitos” se usan para el traslado de pacientes menores, desde transferencia que es donde lo reciben hasta la sala quirúrgica, este instrumento sirve para bajar los niveles de ansiedad y estrés que le produce al niño al desapego de sus papás.
Esta iniciativa consiste en sustituir las tradicionales camillas por autos de juguete que ellos mismos pueden conducir. De esta manera, entrar al quirófano ya no es un problema para ellos.
Probablemente el hecho de tener que pasar por un quirófano sea la experiencia más aterradora por la que tenga que pasar un enfermo. Cuando a un adulto le dicen que va a tener que ser intervenido quirúrgicamente siente ansiedad; nervios y hasta terror, en algunos casos, ahora nos imaginemos lo que siente un niño, a quien solo el hecho de tener que ponerse una inyección lo aterra.